EL HUERTO - La remolacha, del campo a la mesa.

Me apetece compartir desde el blog la experiencia de llevar un huerto, contando con que parto de cero y todo lo que hago desde ahora es aprender. ¡Por si a alguien le interesa aprender conmigo!

Tener un huerto es la experiencia más gratificante del mundo.
 
 
"Si quieres ser feliz una hora, emborráchate. Si quieres ser feliz una semana, haz un viaje. 
Si quieres ser feliz un año, cásate. Si quieres ser feliz toda la vida, ten un huerto"
Refrán Chino

Desde finales de verano yo tengo el mío desatendido, te lías a hacer trabajos, las ocupaciones diarias, y al final se te olvida lo que disfrutas cuando estás entre las plantas, haciendo esto o lo otro. El otro día me di cuenta de que ya era hora de recoger las remolachas si no quería que se pasaran. Así que me fui a buscarlas, las pobres se han criado prácticamente solas desde septiembre, y sin embargo, ahí estaban, algunas más gordas que otras, pero todas aprovechables. Estando allí tranquilamente me vino al cuerpo esa sensación tan agradable que sucede cuando estás haciendo algo que te gusta mucho, y he sido feliz durante todo el fin de semana. Después de recoger las remolachas tenía un plan para cocinarlas, empezaba por hacer unas pocas fritas para cenar, un pastel para el domingo y el resto en mermelada.

Os voy a contar el proceso de las dos recetas, pues en mi caso, hasta que no he tenido huerto no solía comer remolacha, no tenía costumbre de comprarla, y sin embargo está muy buena, y se puede usar de muchas maneras, en ensalada o así, como os muestro a continuación.

Lo primero es, en el caso del huerto, limpiar las remolachas, quitarles las hojas (aunque también se pueden comer en ensalada), lavarlas bien, pelarlas y trocearlas. Tanto para hacer el pastel como la mermelada, hay que hervirlas, y para que el proceso fuera un poco más rápido las corté en rodajas finas de manera que se reblandecieran antes.

Para hacer MERMELADA DE REMOLACHA:

Ingredientes:
 
1 kg de remolachas
1 kg de azúcar
1 limón
 
Paso a paso:

1.       Lavamos y hervimos la remolacha. 
Cuando está tierna hacemos con ella un puré, 
batiéndola o pasándola por el tamiz.
2.       Colocamos en una cacerola el azúcar y lo cubrimos con agua. 
Lo hacemos hervir hasta que llegue a punto flojo.
3.       Añadimos el puré de remolacha y el limón, cortado muy fino.
4.       Lo cocinamos todo removiendo con una cuchara de madera 
hasta que espese, con el fuego muy lento.

Cómo veis, es muy sencillo. ¡¡¡Y os aseguro que está MUY BUENA!!!

Para hacer un pastel de remolacha, la receta la busqué en internet y la saqué de esta página, aunque he variado alguna cosilla. También ha quedado muy bueno, la mezcla de la remolacha, muy suave, con el chocolate tiene un sabor muy agradable. Qué pena que no puedo “subir” un trozo a la red.

Para hacer el BIZCOCHO DE REMOLACHA:

Ingredientes:

250 gr. mantequilla
250 gr. azúcar
3 huevos grandes
100 gr. chocolate de cobertura
350 gr. remolacha cocida hecha puré
300 gr. harina integral de trigo
1 sobre de levadura
1 pizca de sal 

Paso a paso:

1. Precalentamos el horno a 180º.
2.  Hervimos previamente la remolacha, haciéndola puré.
3. Engrasamos el molde con mantequilla.
4. Derretimos el chocolate con 50 gr. de mantequilla. Y lo reservamos.
5. Batimos la mantequilla y el azúcar hasta que consigamos una mezcla suave.
6. Añadimos los huevos uno a uno, y vamos batiendo.
7. Añadimos el puré de remolacha y el chocolate y batimos bien.
8. Añadimos la harina, la levadura y la pizca de sal y acabamos de batir todo hasta que queda una masa de un color uniforme.
9. Echamos la mezcla en el molde engrasado que teníamos preparado, asegurándonos de que la masa ha entrado en todas las hendiduras y no tiene aire. Alisamos la superficie.
10. Horneamos durante 30-40 minutos, hasta que pinchándolo con un cuchillo salga totalmente limpio.
11. Dejamos enfriar durante unos 10 minutos, desmoldamos y listo!
12. Unos gajos de mandarina para la decoración, opcional.

Mientras estaba haciendo ésto se me ocurrió una historia que quiero ilustrar.

Pero éso os lo contaré otro día.